NACIMOS CON UN PROPÓSITO
Cuando una persona llega a entender que su vida no es obra de la
casualidad y descubre cual es el propósito que tiene Dios
con ella, habrá alcanzado un gran porcentaje de lo necesario para obtener una
vida sobresaliente. Me inclino a escribir esto porque si usted hace
un análisis de las personas que no le hayan significado a la vida,
notará que ha sido la ignorancia al por qué y para que viven, la
causa principal por lo cual tienen una vida a medias. Y lo triste de todo esto,
es que este tipo de personas creen que han sido marcadas por Dios o el destino para
tener ese estilo de vida. Cuando usted las oye hablar con detenimiento, se
percatará que normalmente sus palabras están cargadas de negativismo, desánimo,
decaimiento y con un sentido de desesperanza.
No piense jamás que su vida no tiene
importancia y que Dios no se interesa en usted. Su vivir tiene un gran
significado para Dios, porque fue él el que decidió por su buena y perfecta
voluntad que usted esté con vida. Hagamos un pequeño estudio de cómo fue que
usted vino a la vida, para que note que
en cada paso del proceso estuvo Dios participando y diseñando su existir.
La carrera de los
espermatozoides
Ahora, antes de que la mujer quede embarazada ocurrió dentro de ella
algo que es digno de considerarlo detalladamente. La cantidad de
semen liberado por el hombre en la
eyaculación durante el acto sexual es de aproximadamente de 3 a 5 mililitros y el número promedio de espermatozoides en una
eyaculación es de 100 millones por mililitro. Es decir que potencialmente salen
a la conquista del óvulo de la mujer aproximadamente 500 millones de espermatozoides.
Los espermatozoides son células móviles cuya
función es la de alcanzar el óvulo (célula sexual femenina) y fecundarlo. Están
formados por una cabeza y una cola o flagelo móvil. La cabeza contiene al
núcleo donde se encuentra alojado el material genético del hombre. Estos portadores de vida tienen que superar muchos obstáculos en su
afán de alcanzar el óvulo. El primero de los retos lo presenta la vagina de la
mujer. Los fluidos vaginales son altamente ácidos en composición, lo cual mata
a un gran número de espermatozoides. Los que logran sobrevivir, pasan por el
cuello uterino al útero. Piense por un momento que en esta muerte de
espermatozoides pudo haber estado usted, sin embargo no fue así. Esto es una prueba más de que no
somos obra de la casualidad y una razón
más para darle gloria a Dios por
permitirnos tener vida. Ahora, sigamos con la carrera, una vez en el útero, los
espermatozoides se dirigen por las trompas de Falopio. Muchos espermatozoides
mueren al dirigirse por la trompa incorrecta. Sólo en la trompa correspondiente
al ovario que ha ovulado se encuentra el óvulo. Una prueba más de que Dios
estaba con el espermatozoide que lo representaba a usted y no tomó el rumbo
equivocado, sino que tomó la trompa correcta para alcanzar la victoria.
Luego del largo viaje, alrededor de 1.500 –
5.000 espermatozoides encuentran el óvulo.
Imagínese, salieron alrededor de 500 millones y aquí en este instante de la
carrera se encuentran alrededor de 5000 espermatozoides. Es decir, que se han
quedado en el camino, ya sin ninguna posibilidad, más del 99,999% de
espermatozoides. Estando allí los espermatozoides que pudieron vencer los
obstáculos rodean el óvulo buscando la parte más accesible para poder
introducirse, lográndolo sólo uno que es
capaz de penetrar la membrana del óvulo, y una vez que logra superar la
barrera, la membrana se cierra evitando el paso a otros. El espermatozoide "ganador" se une con el núcleo
del óvulo concretándose la fusión de los genes del espermatozoide (la información genética del hombre) con
los genes del óvulo (la información
genética de la mujer) logrando así el inicio de la formación de un nuevo
ser humano que comparte las características hereditarias tanto del padre como
la de la madre. Vea microscópicamente en
Ahora que ya comprendemos todo el proceso de
la concepción, se da origen a las siguientes preguntas: ¿Quién fue ese espermatozoide
ganador? ¿Quién fue el espermatozoide que pudo vencer tantos obstáculos para llegar
a su meta en el óvulo? Sin lugar a dudas, USTED, sí, usted mismo, el que está leyendo estas
líneas ahora, por favor allí donde está de un ¡Gloria a Dios! porque usted pudo vencer a millones de
espermatozoides en la carrera por querer existir. Usted fue seleccionado por
Dios para vivir y experimentar lo bello de la vida.
Sin embargo, la victoria no termina allí, pues han ocurrido muchas muertes
o pérdidas después de la concepción. Prosigamos pues con el recorrido. Ya
siendo el óvulo fecundado, se implantará en el útero de la mujer que ya está
preparado para recibirlo y darle así continuidad al embarazo. Allí se
desarrollará transformándose en un feto y comienza su desarrollo que normalmente
tiene una duración de nueve meses. No
obstante, seguramente habrá oído de muchas mujeres que han tenido problemas
después de quedar embarazadas y perdieron su hijo. Comento esto simplemente
para demostrarle el cuidado que mantuvo Dios sobre su madre para que usted no
fuera abortado en cualquier mal movimiento que ella tuviese o por cualquier accidente. Allí
se deja ver el gran designio que tiene Dios con su vida y así llevarlo a ser una persona con propósito y gran éxito en todas las áreas de su vida.
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